Alemania se prepara para la entrada el vigor de nuevas restricciones para hacer frente a la cuarta ola de la pandemia de la COVID-19, que golpea con fuerza al país con niveles de incidencia récord y un aumento de la presión hospitalaria.
Tal es por ejemplo el caso de la exigencia de que solo personas vacunadas contra la COVID-19, recuperadas o con un test negativo reciente puedan usar el transporte público.
Eso implicará controles más frecuentes de lo que se hace normalmente en Alemania y, ante la resistencia de parte de la población, se teme que se presenten algunos conflictos.