La empresaria y lobista investigada Karelim López debía acudir el 12 de enero a la Comisión de Fiscalización del Congreso para explicar su relación con el presidente Pedro Castillo y las acusaciones de haberse beneficiado con millonarios contratos. Pero no asistió, pues un día antes había presentado un par de pruebas que señalaban que había dado positivo por COVID-19, las cuales, según revela un programa de televisión.
Se relata que, el 11 de enero, López y su defensa presentaron un test molecular positivo que había sido realizado en el laboratorio Xecuenxia, ubicado en el distrito de Magdalena. Pero resulta que la empresaria había suplantado al verdadero dueño de la prueba.
Lo que había ocurrido es que en el supuesto positivo de López se habían adulterado cuatro datos: la fecha de toma de la prueba, la fecha de entrega de la muestra, la fecha de impresión del documento y el nombre.
Esta prueba de coronavirus de López se hizo en su casa, pero la doctora Hernández señala que ella se encarga de validar las pruebas que se hacen de forma presencial en el policlínico, con su puño y letra.
Cabe recordar que, Karelim Lopez, está con ocho meses de impedimento de salida del país, por el presunto favorecimiento en la adjudicación de 280.000 barriles de biodiésel B100 en el caso Petroperú.